José Escribano

José Escribano
Project Manager & Engineer, BROOMX
Twitterego: @broomxhotels

Su biografía:

Me llamo José Escribano Pérez. Nací en Lleida un 3 de febrero de 1961. Aunque ya tengo 53 años, todavía me siento joven de espíritu y emprendedor. El motor de mi vida es un biturbo de última generación modelo Claudia y Sonia (mis hijas), asentado en un chasis robusto de aleación ligera modelo Lourdes (mi mujer).

De joven ya descubrí mi pasión por las ciencias y me aventuré con éxito en la carrera de Ingeniero Técnico Agrícola (1982-1985). Seguí ampliando conocimientos hasta obtener la titulación de Ingeniero Agrónomo (1985-1988). Me fascinaba la transformación de un secano en regadío o la construcción de unas naves agrícolas, pero pronto comprendí que no se puede crear o construir a cualquier precio y me comprometí con el principio de conservación de la energía y me formé como proyectista de instalaciones solares (Censolar, Sevilla, 1991-1992).

En la actualidad desarrollo proyectos de eficiencia energética y estoy ligado al proyecto Broomx en los desarrollos I+D como en las tareas para llevar Broomx a convertirse en una realidad en diferentes espacios hoteleros.

El DESEO:

– Qué ocurriría si pudieras conversar con tu habitación de hotel y pudieras pedirle que te sumerja en la playa, te lleve a dar un paseo en globo o pudiera materializar tus deseos?
– Qué ocurriría si tu habitación estuviera conectada con internet, las redes sociales y su contenido?
– Qué ocurriría si pudieras experimentar una experiencia completamente diferente con tan sólo seleccionar una opción desde tu móvil?
– Qué ocurriría NO… qué está ocurriendo YA. Son las smart rooms de BROOMX y ahora puedes adaptar tu hotel para ofrecer experiencias únicas personalizadas.

Tres pecadillos que todos cometemos:

1. Soñar despierto que estás de vacaciones en Tahiti mientras estás de viajes de negocios.
2. Desear teletransportarte a otro lugar sin moverte de la cama.
3. Presumir en Facebook de esa maravillosa playa que en la foto pretendes que se parezca a Cancún.

«Tus deseos son órdenes»